Día contra el desperdicio alimentario: Qué hacer con restos de pan duro

En España se desperdician más de 7,7 toneladas de alimentos al año, una cifra que espanta y que sin duda refleja la necesidad de tomar medidas al respecto.

Hoy, 29 de septiembre, se celebra el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos y desde Tritordeum nos hemos querido sumar a su celebración. ¿Cómo? ¡Pues bien fácil! Con un artículo que os aportará ideas sobre cómo aprovechar los restos de pan duro que os han sobrado del día anterior.

Si te has emocionado con nuestras recetas y has horneado pan como si no hubiera mañana, no te preocupes, porque aquí ¡no se tira nada!

Sigue leyendo y toma nota, porque ahí van varias propuestas para no derrochar comida. Pasa tu pan duro por un rallador, mézclalo junto a tus especias favoritas y obtén un delicioso pan rallado para empanar tus pescados y/o carnes. Si lo prefieres, puedes previamente tostar tu pan en el horno o sartén. ¡Te quedará más crujiente! ¿Cómo te suenan unos nuggets de pollo de pan rallado Tritordeum y hierbas provenzales? Ricos, ¿verdad?

Date un capricho y de postre, tómate unas torrijas. Si lo que buscas es una receta 100% de aprovechamiento, esta es la de las tradicionales torrijas. Aunque no sea Semana Santa, ¡éstas siempre son una delicia! No desperdicies tu pan y córtalo en unas buenas rebanadas. Sumérgelas en leche, previamente infusionada con canela, azúcar y un poquito de limón y después, fríelas en una sartén con aceite de oliva suave bien caliente. Escúrrelas bien sobre papel absorbente, espolvoréalas con azúcar y canela, o miel y ¡a comer.

Rellenos consistentes. Que el pan engorda es un mito, pero que ayuda a “engordar” salsas y rellenos es verdad. Usa tus restos de pan duro para los rellenos de tus albóndigas caseras o para espesar las salsas de tus platos de carne o pescado favoritos. No solo les aportará más consistencia, sino que dará una jugosidad que te hará triunfar. Completa tus ensaladas con deliciosos croutons caseros. Elabora tus propios picatostes, cortando los restos de tu pan duro en pequeños daditos y friéndolos en abundante aceite de oliva. Sazónalos con tus especias y sal favoritas y disfrútalos como toppings de tus ensaladas, cremas o purés. Ideales para complementar esos platos más “sosos” y ¡tener el tupper más original de la oficina! Si prefieres una opción más ligera, tómalos horneados en lugar de fritos

¿Y si preparas una sopa? Muchas son las sopas que entre sus ingredientes principales esconden restos de pan duro. Prepárate una buena sopa de ajo a base de pan, agua, ajo, pimentón y un poquito de sal; u opta por una buena tradicional sopa de cebolla elaborada a base de pan duro, cebolla y, como no, su buen queso gruyere… ¡Ideal para los tiempos que vienen!

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