Si todavía no te quedan claras las virtudes de ese nuevo cereal de moda que ha venido para quedarse, aquí te hacemos un resumen. Desvelamos, una por una, las razones que hacen de Tritordeum más que un cereal:
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Razones que hacen que Tritordeum sea más que un cereal:
El Tritordeum es hijo de un trigo duro y una cebada de Chile y Argentina. Su nombre, algo particular, viene de la fusión del nombre en latín de su padre (Triticum) y su madre (Hordeum). Es el resultado de un cruce natural -una práctica tradicional aplicada desde los inicios de la agricultura-. No es un OGM. Está registrado como nueva especie dentro de la Unión Europea.
El Tritordeum crece principalmente en España e Italia, a través de sistemas de producción convencional y ecológica. Se trabaja con agricultores locales, favoreciendo la economía local, y siguiendo una filosofía de respeto a los principios sostenibles. Además, sus características agronómicas lo hacen ser más sostenible y tener una huella medioambiental mejor. Es un cereal resistente, adaptado a las inclemencias del actual cambio climático.
El Tritordeum es un cereal totalmente trazable. El grano, cultivado a través de agricultores locales, pasa del campo al molino más cercano. Tras un proceso tradicional, el grano se convierte en una harina de calidad. Este cereal tiene una cadena de valor centrada en el control de la procedencia del grano. Con este cereal tenemos la tranquilidad de saber en todo lo momento la procedencia del lote de grano de aquello que luego nos llevamos a la boca.
El Tritordeum es un cereal innovador, apto para todo tipo de elaboraciones de panadería, pastelería, repostería y cocina. Muchos artesanos ya lo han introducido en su carta de productos saludables. Es el aliado perfecto para aquellos que buscan ingredientes sanos y sostenibles.
El Tritordeum es un cereal saludable que tiene más fibra, luteína, ácido oleico que el trigo común. Ideal para nuestra salud ocular, intestinal y cardiovascular. Su gluten es más digerible. No apto para celíacos.
El Tritordeum ofrece una experiencia sensorial muy buena: aroma agradable, sabor dulce con ligeros toques a frutos secos y un atractivo y apetitoso color dorado (debido a la luteína) que lo distingue del resto de cereales.